miércoles, 25 de noviembre de 2009

LIGERO Y AMPLIO.ASPECTOS SOBRE EL DISEÑO DE CUBIERTAS LIGERAS







EVOLUCION DE LA CUBIERTA



1. El principio de construcción ligera
La situación actual de la construcción se caracteriza por una gran especialización. La complejidad de los cometidos de la construcción obliga a la división del trabajo. A esto se opone la idea de que el arte de la construcción es mucho más que sólo la suma de trabajos individuales. Ove Arup, uno de los grandes ingenieros de nuestro tiempo, lo ha expresado así: «Todos los hechos y posibilidades que influyen sobre un proyecto deben haber sido entendidos y asimilados antes de que se defina el proyecto. El todo debe ser más importante que cualquiera de sus partes». Como consecuencia surge sólo una cosa: trabajo en equipo. Es decir, el grupo como maestro de obras en el sentido clásico es necesario para armonizar todos los aspectos de una obra de construcción: creación de la forma y construcción técnica, funcionalidad y rentabilidad práctica, el medio ambiente en la naturaleza y los criterios estéticos. Arte de construir como «armonía perfecta de los medios con el fin» (Henry van der Velde).
Si es cierto que el hombre tiene una capacidad genéticamente determinada de percepción y de sensación, y si es verdad que «el saber como condición para la comprensión del mundo formal arquitectónico» (Curt Siegel) es indispensable, entonces la estética en arquitectura ya no es un planteamiento para estetas y artistas puros, sino que debe ser incluida en el ámbito racional de las realidades técnicas. La máxima de «rendir más con menos», en la cual se resumen las ideas últimas de una arquitectura con estructuras ligeras, cobra así una dimensión totalmente nueva y muy extensa que la convierte en el principio de la construcción ligera. Ligero es un objeto que pesa poco, que tiene, por tanto, escasa masa. La masa de un objeto es equivalente a la cantidad de material que se encierra en él.
Cada objeto existente materialmente está expuesto a fuerzas internas o externas y tiene la capacidad de aceptar estas exigencias o de transmitirlas. Así cada objeto es, en el sentido técnico más amplio, una construcción.








1.1. Construcción ligera en la naturaleza
Un ser viviente que con una masa menor o una energía menor soporta cargas mayores o ejerce fuerzas mayores, tiene ventaja sobre otros.
Los objetos de la naturaleza viviente pueden tener tamaños y masas muy distintos. Cumplen funciones distintas y poseen diferentes posibilidades de movimiento. Versatilidad y movilidad con un alto rendimiento constructivo son los criterios que caracterizan el principio de construcción ligera en la naturaleza viviente La construcción ligera en la naturaleza viviente tiene una forma básica prefijada constructivamente, altamente productiva: la célula. Desde la célula como individuo hasta los complejos sistemas de plantas y animales, es ésta el elemento constructivo de todos los seres vivientes. Las células pueden ser blandas, pueden permanecer blandas, pero pueden adoptar también todos los estadios del endurecimiento.
Una célula blanda es una estructura neumática: un sistema constructivo a partir de una cubierta (membrana) flexible sometida a tracción, y de un relleno fluido interno (protoplasma) que ejerce una presión interna sobre la cubierta (fig. 3). Todos los objetos de la naturaleza viviente son o constan de estructuras neumáticas. Las estructuras neumáticas se acomodan a otras estructuras neumáticas; se envuelven con estructuras neumáticas, recibiendo presiones internas y provocando tensamientos variables, a través de rellenos (gaseosos, líquidos, granulados) y membranas. La diversidad de formas y construcciones de seres vivos descansa sobre este único sistema.




Uno de los «inventos» más importantes de la naturaleza viviente, o incluso de la naturaleza no viviente, es la fibra. Ésta es un elemento alargado, capaz de someterse a solicitaciones de tracción. Instaladas en membranas celulares o colocadas entre células, alineadas o dispuestas a modo de red, son, junto a las sustancias que se pueden someter a solicitaciones de presión, los elementos de construcción decisivos en la naturaleza viviente para el modelado y el aumento de rendimiento en el sentido del principio de construcción ligera.
Las montañas, surgidas por medio de plegamientos de la corteza terrestre o como erupciones volcánicas, pueden alcanzar determinados tamaños y tienen determinadas formas que no son arbitrarias. Las influencias externas como la erosión por el agua y el viento o los seísmos originan cambios de forma. Los astros forman sistemas de equilibrio gigantescos. Cuanto mayor se haga un astro, más esférico se debe hacer. Si sobrepasa su tamaño límite y su materia ya no resiste a la presión de gravitación, entonces estalla y aparece un agujero negro. En los átomos actúan fuerzas internas muy potentes a las que sólo en casos excepcionales o con violencia se les puede arrebatar el equilibrio. Con su escasa masa, los átomos constituyen el límite inferior de la ligereza.
También los animales tienen una técnica. Utilizan materiales de la naturaleza no viviente y de la naturaleza muerta, como tierra y madera. Producen materiales y elementos de construcción propios, como colas altamente consistentes y fibras muy resistentes. Forman construcciones de captura (telas de araña), embalses (diques de castor), casas (guaridas, nidos) y ciudades (corales, termitas, avispas, abejas) cuya eficacia constructiva y funcional, según el principio de construcción ligera, puede alcanzar valores muy altos y competir totalmente con los productos del hombre.








2.5. Cubiertas de malla
Las cubiertas de malla son construcciones de varilla curvadas, inflexibles y continuas que forman una reja plana con dibujo cuadrangular y una distancia constante entre los nudos. Se someten principalmente a solicitaciones de presión y flexión




Una ventaja sustancial de este cipo de construcciones es que el espectro de las posibilidades tecnológicas para su realización es extraordinariamente amplio .Son, por lo tanto, construcciones realizables con medios primitivos, escaso know-how técnico y utensilios fácilmente accesibles.
Las cubiertas ligeras son construcciones que, debido a una consistencia de sus paredes extremadamente débil, y/o a la utilización de materiales especiales (por ejemplo, hormigón armado o materia sintética), muestran un peso propio considerablemente menor que otras construcciones aconchadas.En la construcción moderna, el alto porcentaje de gastos para el armazón supone hasta más del 50% de los gastos totales, por lo que es comprensible que se prefieran las superficies convencionales como los cilindros, los conoides o los paraboloides hiperbólicos.
Las cubiertas de malla han surgido como búsqueda de una forma de construcción sencilla y económica para las cubiertas aconchadas. Una cubierta de malla consta de pocos y sencillos elementos de construcción. Las varillas de la reja son rectas y tienen la misma sección transversal. Todos los nudos son iguales. El borde se forma con varias varillas colocadas una junto a otra, o bien es una pieza especial de construcción. Todas las piezas se pueden prefabricar y transportar empaquetadas o dobladas en secciones o en su totalidad. El margen tecnológico va desde ramas grandes o cañas de bambú como varillas, con nudos atados sencillamente sobre varillas de madera aserradas, o perfiles de acero de uso corriente en el mercado con tornillos para el ensamblaje, hasta piezas acabadas, con las cuales se componen las varillas de la malla, con piezas de metal o plástico como nudos.
Las cubiertas de malla se pueden erigir rápidamente y sin grandes gastos, ya que la reja se monta y los nudos son rotatorios. Se eleva a mano o con un aparato elevador sencillo, con lo cual las mallas, originalmente cuadradas, transforman sus ángulos en rejilla de tijera y las varillas se arquean. No es necesaria una armadura o un aconchado especial. Tras fijar el borde y estirar los nudos, el modelo está fijo y la concha de rejilla ya tiene capacidad de carga.
Las conchas de rejilla se pueden utilizar bajo todos los comportamientos climáticos, y ofrecen una gran flexibilidad. Son apropiadas para cualquier finalidad en la que se tengan que cubrir o techar pequeños o grandes espacios, desde el quiosco hasta la vivienda, desde la nave de almacenaje sencilla hasta la gran cubierta multifuncional, desde el alojamiento de emergencia temporal a la obra definitiva. Las cubiertas de malla no necesitan cimientos, se dejan erigir en casi cualquier tipo de terreno de construcción y son insensibles a los corrimientos del sucio y a los seísmos, porque tienen una masa pobre y son muy elásticas.




























GENERANDO LA FORMA DE LA CUBIERTA








Si bien es cierto que el caracter del mercado radica en la cubierta tendriamos que analizar si realmente el espacio y sus cubiertas en donde se establecen los mercados realmente fueron proyectados para cumplir esa funcion, pues tambien nos podrian dar la impresion de ser naves industriales,tambien habria reflexionar si en el tiempo en el que se construyeron los primeros mercados con dichas formas en la cubierta,quiza era la unica solucion para cubrir grandes claros,y que con el paso del tiempo se volvio un diseño iconico de lo que es un mercado y es por esta azon que la mayoria de los mercados tienen caracteristicas similares.








Por todo esto propongo para mi cubierta un tipo de diseño anàlogico,es decir partiendo de una analogia visual de objetos presentes en la naturaleza o no,o bien de otros diseños arquitectonicos.En mi caso la forma que adoptan las cubiertas improvisadas del tianguis ,es la analogia visula de la que partimos para generar la forma final de la cubierta del mercado.








No hay comentarios:

Publicar un comentario